Puede que no todo sea color de rosa y que sean en vano cada uno de mis pensamientos, que la magia simplemente no exista y la fantasía en realidad solo sea un mito. Puede que el amor no sea más que una reacción hormonal y un juego sucio que nos hace nuestro sistema nervioso. Quizás no haya nada mas allá de este mundo y el corazón solo sea un órgano que bombea hacia todo nuestro cuerpo una sustancia vital. Pero aunque así sea, aquello produce en nosotros sufrimiento o felicidad. ¿Acaso la felicidad es una mentira? Si la sentimos, es porque no. Ahora bien, ¿A quien le importa lo que es real y lo que no? Si al fin y al cabo, estamos aquí para un solo propósito, ser felices. Y esto lo conseguimos también, con sueños teñidos de rosa.